Cada persona es diferente, con sus objetivos, sus gustos, sus problemas, su vida social y demás particularidades. Por lo tanto, debemos analizar el contexto de cada persona y adaptar tanto la alimentación como el entrenamiento para que sea lo más sencillo posible y que pueda mantenerse en el tiempo. 

Tener un plan de entrenamiento adaptado a tu estado físico y a tu horario, comer de forma saludable, pero con comida que te guste, que disfrutes, de forma flexible, que no pases hambre ni sea una tortura, te permitirá crear hábitos saludables y mantenerlos en el tiempo.

Conseguir resultados requiere compromiso, constancia y paciencia, pero tu esfuerzo será un aprendizaje para toda la vida, que te permitirá disfrutar de un mejor aspecto físico, de una mejor salud y que te hará sentirte estupendamente y con más energía.